Dios y el Estado|El principio de la Autoridad

 Queridos lectores, comparto con ustedes un fragmento de este libro que he encontrado mientras indagaba en la red, me ha gustado tanto que no tardo en compartirselos completito, como de constumbre en un formato pdf :3 , sin más les dejo este cachito que esta muy interesante.

La Biblia, que es un libro muy interesante y a veces muy profundo cuando se le considera como una de las más antiguas manifestaciones de la sabiduría y de la fantasía humanas que han llegado hasta nosotros, expresa esta verdad de una manera muy igenua en su mito del pecado original. Jehová, que de todos los buenos dioses que han sido adorados por los hombres es ciertamente el más envidioso, el más vanidoso, el más feroz, el más injusto, el más sanguinario, el más déspota y el más enemigo de la dignidad y de la libertad humanas, que creo a Adán y a Eva por no sé qué capricho (Sin duda para engañar su hastío que debía ser terrible en su eternamente egoísta soledad, para procurarse nuevos esclavos), había puesto generosamente a su disposición toda la tierra, con todos sus frutos y todos los animales, y no había puesto a ese goce completo más que un límite. Les había prohíbido expresamente que tocaran los frutos del árbol de la ciencia. Quería que el hombre, privado de toda ciencia de sí mismo, permaneciese un eterno animal, siempre de cuatro patas ante el Dios eterno, su creador, su amo. Pero he aquí que llega Satanás, el eterno rebelde, el primer librepensador y el enmancipador de los mundos. Avergüenza al hombre de su ignorancia de su obedencia animales; lo enmancipa e imprime sobre su frente el sello de la libertad y de la humanidad, impulsandolo a desobedecer y a comer del fruto de la ciencia.